Titulo de la entradaTitulo de la entrada

miércoles, 10 de agosto de 2011

Se guardó la luna debajo de su falda
y se marchó por una senda gris y amarillenta
dejando su reloj atado a mi muñeca.
Yo me quedé allí, parado 
como un roble entumecido
en un altar vacío y desolado
descolgando silencios en penumbra
mirando las ausencias de reojo
solo y absurdo
como un vástago de almendro en el tejado






DESMEMORIA EN SOMBRA

Hoy guardé tu foto en el armario
y aguardé pasmado, custodiando
unas persianas grises
sin luz, sin sombra apenas.
El humo amarilleaba los retratos
mientras yo adivinaba con el dedo
tus curvas inconclusas, presumidas
durmiéndome en la borra del café.
Pintando en el naranjo tus pupilas
con vecinas viejas, sarmentosas, barriendo las veredas
pegadas al reloj del campanario
musitando tu nombre con sabor a albahaca
Hoy me quede solo
sin misa ni sonrisa
Esperando con el ojo inquieto
a que lleguen recuerdos imposibles
a mi memoria muerta.