El consejo de jóvenes ancianas
dictaminó, que el asesino de palabras
deberá cumplir su pena por injurias.
La ultima palabra
Mis palabras no callan.... y no enseñan ni señalan nada
apenas se distinguen de la nada.
Mi sombra es solo una mancha oscura proyectada
y ando a los tumbos dando vueltas y vueltas y vueltas....
tomando siempre el camino equivocado para no perderme.
Grito y encuentro al silencio abandonado
Grito y escucho suplicar a un dios ausente
eternamente ausente y resignado.
Cierro mi boca y escucho en el silencio mis palabras
mis palabras mudas y perdidas.